Un trabajo duro pero con recompensa

Hoy me apetece hablar de lo que significa para mi el ser la tutora de una clase de niños de 2 a 3 años.
Nunca pensé cuando aún estudiaba bachillerato que me dedicaria a esto, ya que por esas edades creo que muy pocos sabemos que es lo que queremos o simplemente que será aquello que nos hará felices.
Yo lo encontré....cuando al tener que dejar la universidad presencial por temas familiares decidí aunque fuera no dejar de estudiar y me matriculé en el Grado Superior de Educación Infantil. Al poco de empezar entré en una pequeña Escuela Infantil para poder convalidar las prácticas y allí me di cuenta: Las sonrisas de los niños, los abrazos y las caras de ilusión al empezar un juego o actividad.
Jamás, nunca me tomé este trabajo como el de "cuidar" o "guardar" niños, ya que porqué estar simplemente vigilando y limpiandolos cuando hay todo un mundo que enseñarles.
Un caracol, una castaña, una hoja seca... con un cuento inventado y una canción para ellos ya ha llegado el otoño. ¡Increíble ver esas caras de ilusión porque al caracol le ha dado por asomar los cuernos!
Mil historias que contar al llegar a casa, risas ausentes al acordarte de una anécdota de esta mañana, unas vacaciones de verano echando de menos los patios jugando con agua....
Tantas cosas que decir que no sé cuales de ellas explicaros, simplemente llamémoslo vocación.
Al final no os he dicho que significa específicamente para mi el trabajar con niños, pero es que me he dado cuenta de que no puedo explicarlo con palabras, y seguramente me hayáis entendido igual si os dedicáis a los más pequeños.


 Saludos